Imaginaos que diariamente murieran victimas del terrorismo en España mas de diez personas. Un dia tras otro. 666 muertes en dos meses, ese ha sido el balance del terror sobre ruedas que han supuesto los accidentes de trafico en julio y agosto pasado.
Si el terrorismo fuera de otro tipo, nos lanzariamos a la calle, a pedir justicia y plantar cara al terror.
Sin embargo, asistimos, casi ausentes, al balance diario, semanal, mensual y ahora bimensual de estas muertes. Sin que apenas movamos un musculo, eso si no cambiamos de canal en el momento que empiezan a dar la noticia.
No nos importan las muertes de trafico, porque creemos, que eso solo le pasa a unos locos y "alla ellos". Pero nada mas cierto de la realidad, la imprudencia la podemos cometer cualquiera y cualquiera nos puede hacer victimas de su imprudencia.
Si acaso nos fijamos en la noticia, acto seguido, la salida airosa conformista es: ¿pero yo que puedo hacer?.
La verdad es que podemos hacer mas de lo que pensamos. Dandonos cuenta de la situacion. Conduciendo y caminando con precaucion. Concienciando a todos los que nos rodean y sobre todo a los mas temerarios. Educando a los mas pequeños para que su comportamiento cuando sean mayores sea mas diciplinado en la conduccion.
Son pequeñas cosas, casi sin importancia, que quizas solo sorvan para salvar una vida, pero una vida es tan importante como el computo global de 666.
No esperemos a que uno de ellos nos sea cercano.
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