lunes, 7 de marzo de 2005

Ambiente fallero

Ya desde hace unos días se nota el ambiente fallero en Valencia. Remolques cargados de ninots inundan las calles de la ciudad, transportando las piezas del puzzle que conformarán los monumentos falleros.
Desde el sabado pasado, las mascletás de la Plaza del Ayuntamiento compiten durante unos minutos con el sonido "normal" de la ciudad.
Hasta aqui todo bien, el que no quiera oler a polvora y escuchar ruido festero, que no se acerque a las horas indicadas por aquellos lares.
El problema se plantea cuando empiezan a aparecer los niños, jovenes y adultos a aportar su vision sonora de la fiesta y torpedean a diestro y siniestro con petardos y tracas por todos los rincones y espacios abiertos de la ciudad; el problema no es el ruido, sino la forma en que algunos se divierten, tirando petardos desde las ventanas de las viviendas a los viandantes, o utilizando botes de refrescos y tubos de escape de automoviles para aumentar la sonoridad, aumentando asimismo el número de petardos que explotan a la vez.
No es infrecuente ver grupos de jovencitos tirando continuamente petardos a los pies de los que pasan, sin importarles si son niños o ancianos y si estan impedidos; se esconden tras una esquina y cuando escuchan acercarse a alguien tiran el petardo encendido.
Los que sufrimos fisicamente, sobre todo el sobresalto de lo inesperado, intentamos desviar nuestro camino para no pasar por calles concurridas, pero esto es cada vez mas dificil.
Algunos pensaran que esto es ciencia ficcion, pero por poner un ejemplo, esta tarde hemos tenido que desviar nuestro camino al pasear en tres ocasiones, porque a ambos lados de las calles por donde ibamos a pasar estaban tomadas por grupitos de chavales "juguetones", quizas piensen que llamandoles la atención se evitaba el problema, nada mas lejos de la realidad, al darte la vuelta se incrementa con creces.
Nadie es culpable de ello, los padres no saben nada y los falleros dicen que nada tienen que ver, sino fuera por el ruido y por que ya me quemaron en una ocasión, creeria que lo venia soñando todos los años.
Pero no pasa nada esta preocupacion se pasara en unos dias, cuando empiecen a invadir las calles, cortandolas al trafico de vehiculos y personas, para deleite nocturno de unos cuantos falleros: todo sea por ellos, yo, bajo la cabeza y empiezo a zurzirme.

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