Esta noche, a las 21:37, ha fallecido el Papa Juan Pablo II. Han sido varios días de luchar, no se si con la vida o con la muerte, porque no se si era mayor su deseo de reunirse con Dios o de estar con los fieles.
A esa edad, con las enfermedades que arrastraba, no me explico que fuerza le empujaba a salir a la ventana para dirigirse a los fieles, sobre todo teniendo en cuenta su reciente operación.
Más inexplicable es que esta mañana haya firmado los decretos por los que se nombraban nuevos obispos, ¿como es posible que una persona moribunda sienta el deseo de seguir firmando papeles?¿o no ha sido iniciativa suya?.
Debo confesar que no ha sido el Papa de mi vida, siento el respeto por una persona que ha estado al frente de la iglesia a la que pertenezco por bautismo y creo que ha hecho cosas buenas, aunque con otras no este de acuerdo; lo mismo le pasaría a El conmigo.
Es de esperar que el nuevo Papa cambie la Iglesia y la ponga al día. La igualdad de la mujer y el hombre dentro de la jerarquía de la Iglesia seria una buena nueva. La contemplación del sexo como un elemento más dentro de las actividades del género humano, la no discriminación de las personas por su afectividad personal. La lucha sin cuartel contra la pobreza y sobre todo contra los que la crean o la mantienen pudiendo remediarlo. Las guerras de los poderosos contra los humildes, porque aunque la guerra sea entre humildes, siempre hay poderosos detrás interesados, provocando y alentando las mismas.
En fin, un comportamiento de iglesia de Cristo y no de multinacional empresarial.
Descanse en paz Juan Pablo II y que Dios ilumine a los cardenales del conclave, nosotros desgraciadamente no podemos votar, ¿lo haremos algún día?.
sábado, 2 de abril de 2005
El Papa ha muerto
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