Es un dia agridulce. La tristeza de los atentados en Jordania, no puede ser suavizada por las alegrias de las derrotas de Blair y Schwarzenegger.
Pero la situacion en Francia, sigue siendo un drama sobre el cual, no parece que se trabaje en su desdramatizacion.
Por encima de los actos vandalicos, subyace un pulso electoral entre Sarkozy y Villepin. El primero actua de policia malo (sin que le cueste mucho) y el otro se situa un paso atras en actitud conemplativa, a modo de policia bueno, dejando que su ministro se estrelle, para aparecer como el salvador de la situacion.
El ministro tiene el verbo facil y fascista. No contento con haber sido el provocador de la situacion actual, sigue echando leña al fuego. Ahora amenaza, ademas con una actitud firme, rayando el desafio, con expulsar de Francia a los detenidos por los incidentes. Teniendo en cuenta que la mayoria son ciudadanos franceses, ¿donde piensa dejarlos?¿en altamar, en una patera a la deriva?. Otra de las medidas que anuncia es la de quitar las ayudas a los padres de los hijos detenidos. ¿Otra muestra de justicia?.
Estoy seguro que todo esto lo hace por rentabilidad politica, por lo menos eso cree el, aunque yo tengo mejor valoracion de los franceses y no creo que acepten una conculcacion de los derechos humanos de esa manera.
Los detenidos deben ser juzgados y condenados segun las leyes imperantes. Pero eso es una cosa, y el problema de fondo seguira sin resolverse. A no ser que continue con la expulsion de los familiares de los detenidos, luego los vecinos, ...hasta quedarse solo.
Afortunadamente, se le ha visto el plumero siendo ministro. Este tipo, lo hacen Presidente de la Republica y reimplanta la guillotina.
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