Probablemente, un efecto no publicitado de los yogures caducados, sea el endurecimiento facial. Quizás también, una amnesia momentánea y selectiva del árbol genealógico, que seguro es recuperable, ante los resultados económicos, de las empresas 'familiares'.
Como era de esperar, la comparecencia de Cañete en Bruselas, en el 'examen' para conseguir el comisariado de Energía y Clima en la Comisión Europea, no ha desvelado las preguntas que flotaban en el aire, sobre los negocios petrolíferos suyos y su familia. Tampoco ha dado mas explicaciones, sobre los 'olvidos' de añadir entre sus nominas, los sobresueldos del PP como responsable electoral.
El examen como tal es interesante y se debería incorporar como norma a nuestra vida política, claro, que, cuando se tiene mayoría, da lo mismo lo que te pregunten, porque con unos cuantos yogures y la complicidad de tus apoyantes, la sesión es un paseo.
Decía Cañete, que la ley de costas, se hizo para salvaguardar los intereses de ciudadanos europeos, que habían comprado viviendas (construidas ilegalmente) y que debían ser derribadas. Que pena, que no hubiera el mismo interés (todo lo contrario) del gobierno al que el pertenecía, cuando 'atracó' a los ciudadanos y empresas que habían invertido en energías renovables, y de la noche a la mañana, les derribaron su inversión, a golpe de impuestos.
No digo nada, de los ciudadanos, que ven peligrar sus costas, por las prospecciones petrolíferas, a pesar, de no haber presentado los informes que tanto se le han pedido.
Es cierto, lo que decía Cañete, que algunas de estas cosas, no eran de competencia directa de su ministerio, pero los acuerdos del consejo de ministros, son colegiados, y tanto es responsable el ministro del ramo, como el de cultura. Porque hoy, el examen, no era a Cañete, sino a toda la política medioambiental del gobierno español y que podría exportarse al resto de Europa.
Pero está claro, que los intereses de la derecha española, son los mismos que los del resto de Europa, así que, hasta que estos no sean desalojados del parlamento europeo, tendremos yogures para rato.
LA IMAGEN: Las huellas negativas que el petroleo del Prestige dejo en las costas gallegas, así como la tragedia del Exxon Valdez en Alaska, debiera hacernos reflexionar, sobre los intereses económicos y los medioambientales.
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