Ha querido la casualidad (y la justicia), que hoy se otorgara el/los Nobel de la Paz. Sin duda, los premios mejor otorgados de los últimos tiempos. Decía lo de la casualidad, porque mañana/hoy sábado, se celebra en todo el Mundo, el Día Internacional de la Niña. Esto de los días internacionales, sirve para hacer una llamada de atención y conciencia sobre cosas importantes, pero hay tal abuso de ello, que al final van perdiendo eficacia. Hoy viernes por ejemplo, es el Día Mundial del Huevo, que no digo yo que no tenga su importancia, pero si hacemos un día mundial para llamar la atención de todo, necesitaremos ampliar los días del año.
Pero volvemos a los Nobel, porque ambos tienen que ver con las niñas y con los niños en general. Malala era una niña, cuando los talibanes quisieron acabar con su vida, porque desde un blog escribía defendiendo la educación para las niñas. Algo tan natural en nuestra sociedad y tan peligroso en algunas zonas del mundo. El atentado no le hizo callar y hoy en día es una defensora de los derechos de las niñas en todo el mundo.
El otro premiado, Kailash Satyarthi, es un luchador contra las multinacionales que explotan a niños y lucha para erradicar el trabajo infantil en India. Ambos han cosechado premios internacionales por estas labores que llevan a cabo. Ambos son unos merecidisimos Premios Nobel, que seguro no nos van a defraudar, como ocurrió en pasadas ediciones.
Una imagen, vale mas que mil palabras: 175 aniversario del nacimiento de Francisco Giner de los Rios, creador y director de la Institución Libre de Enseñanza, que supuso la revolución educativa mas importante que se he hecho en este país. La imagen, era el Doodle que Google le dedicaba durante todo el día en su buscador.
La web nuestra de cada día: El Camino del Cid.
Exceptuando los cercanos, el resto de la ciudadanía, tan solo conoce (la mayoría de oídas), el Camino de Santiago, pero hay otros caminos y rutas que sin recibir prebendas celestiales, también son importantes y forman parte de nuestra historia. Es el caso del camino del Cid, que de Burgos a Alicante, recorre ocho provincias, siguiendo el destierro del Cid y sobre todo, siguiendo el Cantar de Mio Cid.
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