viernes, 14 de noviembre de 2014

La parábola del Senador pródigo

Erase una familia senatorial extremeña que tenia dos senadores. Uno de ellos, pidió un día un billete para irse a Canarias, pero recibió dos, uno de ida y otro de vuelta. Porque a diferencia del hijo pródigo, su intención no era la de marcharse para siempre, sino tan solo unos días. Esto se repitio una treintena de veces.
En esta historia no se puede sacar ninguna parábola, ni tan siquiera parabólica, porque tampoco la hay. Tan solo una historia de amor y trabajo mal entendida por los malos de siempre, la ciudadanía y sobre todo la prensa canallesca, que en vez de estar hablando de Mas y mas de Cataluña y de los Eres, se dedica a entrometerse en la vida privada del mas austero presidente de comunidad autónoma que jamas ha existido. Y encima, condenado a pagarse el agua y la luz (del teléfono no ha dicho nada). Ni una misera antena parabólica, aunque fuera sin conectarse a un receptor. Hoy, es el día mas triste de mi vida. Con historias así, solo pido que Antoniniano el del Bar, le haya guardado un décimo para el próximo sorteo de Navidad.
¡Pobrecito mi Monago!.


Una imagen, vale mas que mil palabras: Beatriz Figueroa, gana la batalla al Instituto Nacional de Seguridad Social por una mayor protección laboral y de seguridad social para los diagnosticados por la enfermedad del cáncer. ¡Animo y a vencer ahora a la enfermedad!.


La web nuestra de cada día: Fábulas de Esopo. Hablando de parabólica y parábola, traigo una hermana de la segunda, la fabula, exactamente, 393 Fabulas de Esopo: ¡casi ná!.

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