martes, 24 de febrero de 2015

24F

Sinceramente, hasta anoche a última hora, no había reparado en el aniversario del golpe ¿de Tejero?. Podría ser una buena señal, haber olvidado aquel día, a pesar de haberlo vivido muy cerca del Congreso de la Diputados, en pleno barrio de Salamanca y portando una barba identificativa de rojeras sin remisión. Recuerdo el "acojonado" viaje desde aquel barrio hasta la Plaza de Castilla. No se me olvidara, al salir del metro, el paquete de periódicos todavía con la tinta fresca y el titular que ocupaba toda la portada y que decia: ¡EL PAIS CON LA CONSTITUCION!. Como hemos/han cambiado.
Es cierto, que aquel golpe se ha ido olvidando y salvo el 'avivamiento' que realizó Jordi Evole el pasado año y la paella del Tejero Junior, esta fecha pasa desapercibida.
Aquella intentona golpista no tiene sentido en estos tiempos y por estas latitudes. Hoy se hila mas fino y no es necesario sacar tanques a la calle ni secuestrar a los diputados en el hemiciclo bajo la vigilancia de guardias civiles o inciviles. Hoy los golpes se dan con toda legalidad y finura por las fuerzas ocultas del capital, utilizando a los gobiernos en vez de a los militares.
Actualmente, media Europa esta bajo la bota de la derechona capitalista, que ahoga a los pueblos económicamente, todo legal y muy legal. Las libertades, también están 'golpizadas' por las mayorías parlamentarias y sin necesidad de restablecer el TOP, se somete a la ciudadanía, aprobando unas leyes que hasta los relatores de Derechos Humanos de la ONU, han condenado por considerarlas que cercenan los derechos de los ciudadanos: http://www.noticiasdenavarra.com/2015/02/24/mundo/la-onu-condena-el-recorte-de-derechos-que-el-pp-quiere-imponer-con-su-reforma-del-codigo-penal-y-la-ley-mordaza
Para que rememorar el 23F, si tenemos un golpe de estado incrustado en nuestra democracia. Y para colmo, ya no habrá portadas como la de EL PAIS de aquella tarde. Los problemas económicos del Grupo, le han convertido en colaboracionista necesario para que el golpe triunfe. Y esta vez, no se espera un mensaje real, ...ni ficticio.

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