Jornada de Reflexión Postuma

Sigo sin entender, porque todavía se nos trata a los ciudadanos españoles como menores de edad, 'tutelandonos' el día anterior a las elecciones, con la prohibición de cualquier acto propagandístico por parte de los partidos, para que los 'irreflexivos' ciudadanos, podamos poner en orden nuestro sentido del voto. Tampoco se puede hacer campaña el día de las elecciones en las inmediaciones de los colegios electorales.
Quiero dejar claro, que no reivindico mas días de propaganda. Lo que pido, que no se nos tutele como si no pudiéramos decidir libremente nuestro voto, a pesar de que nos bombardeen con propaganda hasta el ultimo minuto.
Ademas, es una legislación absurda la de prohibir la propaganda el día antes y el de las elecciones, cuando las ciudades están empapeladas con propaganda electoral, hasta varios meses después de las votaciones. ¿Acaso no puede influir una pared llena de invitaciones al voto, tanto como un mitin?. Es mas, al mitin, tienes que ir voluntariamente, y sin embargo, los pasquines, carteles y vallas, se te ofrecen a la vista sin poder evitarlos.
La mayoría de la gente, tiene el voto decidido varios días antes de las votaciones. A los que les 'meten' las papeletas, también las tienen preparadas con antelación, ¿entonces?, ¿a quien hay que preservar de la influencia propagandística del día antes?.
En un mundo global, es imposible e impensable, que se pueda aislar a la ciudadanía de encuestas y propagandas. Quien no quiere aguantar a los 'pesaos' de los partidos el día antes, o los quince días anteriores, ya sabe donde no tiene que mirar, que no tiene que leer y por donde no tiene que pasear. Los que utilizamos las elecciones como un cilicio barato, sabemos como azotarnos mentalmente; todo el año si hace falta. Tan solo hay que poner la tele el fin de semana y aguantar a unos cuantos políticos y periodistas, para ganarse la vida eterna, caso de ser creyente.

Yo si pediría una jornada de reflexión póstuma para los políticos. Que empezara a contarse a partir de conocerse los resultados electorales y que durante ese tiempo, no dijeran esta boca es mía, ni la del partido. Que pensaran bien lo que tienen que decir y se olviden de creerse ganadores todos, equivocados los ciudadanos y malvados los demás contrincantes, que a su entender, han cometido decenas de artimañas, para ganarles. Que reflexionen en voz alta cara a un espejo. Verán, que al otro lado, están sus contrincantes.