Vaya por delante, que SOY NO FUMADOR, desde hace mas de 13 años, desde que a una arteria se le ocurrio taponarse y finalizar su recorrido historico en mi cuerpo. No era un gran fumador y el miedo a la repeticion con otra arteria, ha frenado los posibles deseos de chupar un cigarrillo. Ahora entrar en un lugar donde estan fumando, me supone un esfuerzo que solo realizo por compartir con gente querida la compañia.
Todo esto viene al caso de la Ley Antitabaco que el viernes pasado presento la ministra de Sanidad. Hace unas semanas, elogiaba otras medidas de la misma ministra en contra de la obesidad y los malos hábitos de alimentacion infantil.
En esta Ley Antitabaco hay cosas que realmente me dejan perplejo, limitando tanto los espacios donde se puede fumar, que van a tener que disponer de mas inspectores antitabaco que de otros delitos.
¿Que pasara, cuando en una empresa, uno se vaya al servicio a fumar? ¿Tendran un inspector en cada retrete? ¿La denuncia de un NO Fumador de que alguien fuma en un retrete, desplegara un operativo especial? ¿Y que pasara en el comedor de casa cuando alguien fume, no estan expuestos a la misma peligrosidad, los de casa, que los del retrete de la empresa?, y ademas mas indefensos, porque como sean los padres los que fuman, a ver quien les hace apagar el cigarro.
Probablemente, prohibiendo los lugares donde se puede fumar, sin ninguna labor pedagogica o de ayuda al "desenganche", lo que se creará es un estado de ansiedad y de sentirse maltratado, que se tomaran la revancha, aunque sea en el water de casa, fumando medio paquete a un mismo tiempo.
Los no fumadores son importantes, pero los fumadores tambien lo son y habria que ayudarles de alguna manera a que lo vayan dejando y sobre todo a que los jovenes no empiecen, pero con prohibiciones nunca se ha conseguido nada.
Se que en otros paises civilizados, incluso en EE.UU., se estan poniendo en practica, esta caza de fumadores, pero ¿Que autoridad moral tiene un gobierno para poner como excusa los efectos mortales del tabaco, cuando no solo no lo prohibe, sino que saca enormes beneficios con los impuestos del mismo. No estoy a favor del tabaco, pero tampoco me gusta la hipocresia.
Por si fuera poco, el nuevo Papa, dice que apartará sus ideas de la mente y seguira los pasos que le dicte Dios. Dios mio que peligro tiene eso, porque quien le asegura que no hay interferencias y los dictados de Dios se cruzan por aquello de los satelites con alguna organizacion malvada imitando la voz de Dios.
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