lunes, 17 de noviembre de 2014

Bésame!!!

Pues nada, que como no tenemos suficientes problemas, ademas de acosarnos males por todos lados, sobre una de las pocas cosas, que podemos regalarnos gratuitamente, sin necesidad de artilugios, vierten malévolas informaciones, para intimidarnos y quitarnos la poca alegría que nos queda en el cuerpo.
Pues si, un grupo de investigadores holandeses, han hecho un estudio sobre las bacterias que se comparten al dar un beso boca a boca, con profundidad. Dicen, que 80 millones de bacterias se intercambian en un beso de 10 segundos.
No quiero pensar, que detrás de esta información, se esconda una campaña para que nos volvamos castos y puros. No es que uno vaya introduciendo la lengua en bocas ajenas como si fueran merengues, pero fastidia que te salgan metiendo el miedo en el cuerpo, nombrando bacterias y millones en 10 segundos. Es cierto, que si se lee todo el articulo, este miedo se evapora, porque se habla de ello con toda naturalidad, que al final parece que estemos escasos de bacterias y te hace sentir impotente bacteriológico.
Durante toda mi niñez y gran parte de mi juventud, los besos eran excesivamente castos, no entre jóvenes novios, que se hacia furtivamente (bueno, eso me contaban), sino entre los casados, incluidos mis padres. Desde luego, nada de besos en los labios, porque hubieran sido excomulgados. Tan solo las mejillas, eran depositarias de los besos familiares o amistosos.
Tuvo que ser París la que me abriera los ojos, en mi primer viaje de mozalbete atontolinado, que tuvo que digerir un espectáculo en Pigalle, el espectacular de Hair en el 'gallinero' de un teatro, después de sobornar al portero, por no quedar entradas y el gran espectáculo de una pareja de jóvenes 'morreándose' a conciencia en un puente de París, con toda la naturalidad con que en España no se hacia. Fue mi primer beso visionado. Luego vinieron mas, hasta que al final una chica decidió espabilarme.
Desde entonces, miles de besos han llamado mi atención, desde el traicionero de Judas a Jesús, al de tornillo de Leonidas Breznev y Erich Honecker.
Los besos siempre han creado una atmósfera critica por parte de los mirones. En algunos casos de envidia y en otros de in.moralidad ciega. He escuchado a veces criticar el beso de unos ancianos, porque 'ellos no tienen edad para eso', cuando precisamente, es a esa edad, cuando mas amor se ha acumulado. No digo nada, de los besos entre homosexuales, como si el afecto entre dos personas, tuviera la limitación del genero. Tan solo objeto del beso en los labios a los niños, porque generalmente tienen menos defensas que los adultos y son mas proclives a que las dichosas bacterias les pudiera afectar negativamente.
Bueno, no me extiendo mas, estoy deseando acabar esto y acercarme a mi pareja para besarla, pero antes, permitidme que os envíe unos besicos, como se dice en mi tierra, ...y como me sale del corazón.

Una imagen, vale mas que mil palabras: He podido evitar la tentación de coger las famosas fotos de besos del fin de la guerra. Me ha parecido mejor la ternura de esta foto, aunque para nada desecho aquellas y otras tantas, que afortunadamente, alegran la vida.


La web nuestra de cada día: Ministerio del Beso. Dice velar por la calidad y la responsabilidad del beso. ¡Ya era hora¡. A ver si por lo menos esto funciona en serio. Besicos...

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